Un medidor de electrostática o sensor electrostático es un instrumento diseñado para medir cargas eléctricas y campos electrostáticos. Este dispositivo es fundamental para detectar y controlar posibles acumulaciones electrostáticas dañinas en diversos entornos. Se utiliza en múltiples sectores, como la electrónica, la industria química, la fabricación de semiconductores e incluso en el ámbito sanitario. El sensor electrostático tiene la capacidad de detectar las cargas electrostáticas más pequeñas, ofreciendo así información precisa sobre el entorno electrostático.
Una de las aplicaciones más habituales de los medidores de electrostática es la supervisión de la descarga electrostática (ESD), para garantizar que los componentes electrónicos sensibles estén protegidos contra daños provocados por la electricidad estática. Además, el medidor de electrostática desempeña un papel fundamental en la investigación, ayudando a comprender mejor los efectos de los fenómenos electrostáticos sobre materiales y sistemas eléctricos. La medición precisa de las cargas electrostáticas contribuye al desarrollo de medidas de protección efectivas y asegura que los problemas relacionados con la electricidad estática se minimicen en diferentes entornos industriales y tecnológicos.