Un detector de gas es un dispositivo indispensable para controlar la calidad del aire interior. Puede utilizarse en diversos ámbitos, como viviendas, oficinas, talleres, escuelas o instalaciones públicas. Este detector de gas mide de forma fiable la concentración de ozono en el aire y ayuda a reconocer concentraciones peligrosas en una fase temprana y reaccionar en consecuencia.

El dispositivo detecta la concentración de ozono en un rango de 0,00 ... 50,0 ppm y con una alta resolución de 0,01 ppm. El detector de gas mide adicionalmente la humedad relativa entre 20 ... 85 % H.r. (resolución de 1 %), así como la temperatura en un rango de -10 ... +50 °C, pudiendo cambiar la unidad de temperatura a Fahrenheit. Todos los valores se muestran en una pantalla LCD de 2 pulgadas de fácil lectura con retroiluminación.

Para mayor comodidad, el detector de gas dispone de un modo de espera que puede activarse manualmente. Si no se realiza ninguna entrada en 60 segundos, la pantalla se apaga automáticamente, aunque el aparato permanece activo. En caso de que aumente la concentración de ozono, el dispositivo avisa con una alarma visual y acústica. Dispone adicionalmente de barras a tres colores: verde para un rango de 0 ... 0,10 ppm, naranja para 0,11 ... 0,20 ppm y rojo para 0,21 ... 50 ppm. En cuanto se supera el valor límite de 0,10 ppm, se activa una señal de advertencia acústica adicional para indicar un posible peligro.

Gracias a que el detector de gas integra una batería de litio que se puede cargar cómodamente a través de un cable USB-C, puede usar aparato en diferentes lugares. Una correa de goma integrada facilita su transporte y permite llevar cómodamente el dispositivo colgado. Un detector de gas es adecuado tanto para particulares como para profesionales en escuelas, centros asistenciales, oficinas o entornos industriales, siempre que sea importante garantizar un clima interior seguro.