El defectoscopio se utiliza para la comprobación no destructiva de componentes hechos de materiales diferentes. Un defectoscopio puede, por ejemplo, realizar un seguimiento mediante ultrasonido, corriente de Focault o también campos magnéticos, así como por métodos ópticos de errores de materiales. Ya se trate de defectos, huecos, grietas o inclusiones de materiales, con el defectoscopio se pueden encontrar y localizar estos errores de manera muy precisa, incluso se puede determinar el tamaño del error.
La ventaja particular del defectoscopio es la posibilidad de comprobar los componentes cuando se instala, comprobar parte directamente en la operación. Los dispositivos no se deben apagar forzosamente y los componentes del dispositivo pueden controlarse directamente desde lugar, por lo que los trabajos ya no son costosos y complejos ni requieren mucho tiempo. Por lo tanto, un defectoscopio se utiliza en diversos campos, incluyendo, por ejemplo, maquinaria, recipientes a presión, construcción de oleoductos, ingeniería aeroespacial o transporte ferroviario.